Viaje
a la Costa Brava
Campos de girasoles, calas escondidas y pueblos medievales,
playas de agua transparente, senderos desconocidos y castillos centenarios
forman la Costa Brava, concretamente la zona del Bajo
Ampurdán. Se trata de una de las regiones más bonitas
y más bien conservadas del Mediterráneo llena de contrastes
y muy rica en cultura, no solo porque posee un patrimonio histórico
importante, sino también porque algunos de estos pueblos forman parte
de la historia de la vida de Dalí, como es el caso de Púbol,
donde se encuentra el Castillo Gala Dalí.

Lo mejor es empezar el viaje desde el bonito pueblo de Lloret de
Mar
(que
en realidad pertenece a la comarca de La Selva), que vale la pena porque
tienes unas playas preciosas como la de la foto. Se trata de un pueblo que
tiene mala fama porque hay muchos turistas que solo van a emborracharse
y a pasárselo bien pero que tiene muchas cosas bonitas. Por ejemplo,
no puedes perderte la bonita iglesia gótica de Sant Romà o
los espectaculares Jardines de Santa Clotilde (en la foto de la derecha),
que fueron finalizados en el 1919.
Antes de llegar a la Costa Brava propiamente dicha yo haría otra
parada: la ciudad de Girona. Se trata de la capital de
la provincia de Girona y es una de las ciudad más bonitas de la comunidad
autónoma catalana, una Florencia a la catalana. La ciudad tiene un
río que para por en medio y un caso antiguo espectacular. No puedes
perderte la Catedral, que tiene la nave gótica más ancha del
mundo y es una auténtica obra de arte. Además, en verano puedes
sentarte en una de las terracitas de La Rambla y disfrutar del buen tiempo
de esta zona. Como dato curioso, Girona es la ciudad cuyos habitantes tienen
la mejor calidad vida de España.
Ahora
sí que ya nos adentramos a la Costa Brava propiamente dicha y de
Girona viajamos a Calella de Palafrugell, a Begur
y a Llafranc. Estos tres pueblos conservan un encanto muy
especial. Calella y Llafranc son dos antiguos pueblos marineros con playas
idílicas, especialmente Calella, y muchos restaurantes donde disfrutar
de una velada estival perfecto. Por otro lado, Begur es un pueblo coronado
por un castillo medieval ideal para disfrutar de playas de aguas transparentes,
como Sa Riera y Aiguablava, y perfecto para hacer compras originales, ya
que hay muchas tiendas de ropa y objetos típicos de la zona. Begur
también tiene muchos bares y restaurantes para disfrutar del ocio.
Si seguimos subiendo encontramos los pueblos de L'Estartit
y Torroella de Montgrí. El pueblo de L'Estartit,
que pertenece al municipio de Torroella, está muy masificado y se
ha vuelto demasiado turística, pero en él se encuentran los
barcos que te acercan a la reserva natural de las Islas Medas, una de las
más importantes de España, y las empresas que ofrecen servicios
de submarinismo y otras actividades acuáticas. Por otro lado, en
Torroella encontramos un casco antiguo muy bonito y una ambiente de pueblo
catalán auténtico donde muchas fruterías y verdulerías
que venden producto de su huerta y pescaderías con marisco fresco.
Si os gustan los cines antiguos, no es perdáis el de este pueblo.
Finalmente, podríamos acabar la ruta en el pueblo de L'Escala,
conocido por tener las mejores anchoas del mundo. En L'Escala también
se puede disfrutar de bonitas playas, pero lo que más destaca de
esta zona son las ruinas grecorromanas de Ampurias, unas de las más
importantes de la península. No puedes dejar de visitar estos restos
del siglo VI a.C.

Algunas
recomendaciones
Dónde
dormir:
Apartamentos
en la Costa Brava
Dónde
comer:
- Can Saló (Palau-Sator,
a 10 minutos de Torroella de Montgrí)
- Portal del Mar (Torroella de
Montgrí)
- Los Simpsons (Llafranc)
- La Pizzeta (Begur)
- El Celler de Can Roca (Girona) – Este año lo han declarado
el segundo mejor restaurante del mundo, por lo que es muy caro.
Cómo
moverse:
Lo mejor es alquilar
un coche o viajar en tu propio coche para poder ver más de un pueblo,
ya que el transporte público en la Costa
Brava no está muy bien.