CUADERNO DE VIAJE
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ESCOCIA EN SIETE MIRADAS (2)
(agosto 2014)

Los dos eran expertos en aquel asunto y muy eficaces con la pala;
y cuando apenas llevaban veinte minutos de tarea se vieron
recompensados con el sordo retumbar de sus herramientas
sobre la tapa del ataúd.
(El ladrón de cadáveres, R. L. Stevenson)

Los cementerios.
Escocia es un país de fantasmas y una buena parte de sus historias de misterio tienen que ver con los cementerios. En Edimburgo, el más monumental es el de Calton. Allí están, entre otros, Hume y David Allan (pintor que, al parecer, pintó su autoretrato después de muerto). El obelisco que puede verse en la foto de abajo fue erigido en memoria de los reformistas deportados en el siglo XVIII y simboliza un faro para alumbrar a sus almas en el camino de regreso a casa desde Australia. Ninguna visita a Edimburgo está completa sin subir a Calton Hill para disfrutar de sus monumentos y las hermosas vistas.

Bajando de Calton Hill se encuentran las Jacob’s ladder, escaleras que fueron testigo en el primer tercio del siglo XIX del tráfico con cadáveres que eran robados en los cementerios por los “resucitadores” a fin de venderlos para la investigación en la universidad.

En Edimburgo hay varios lugares calificados con el nivel máximo de actividad paranormal y los interesados pueden incluso estudiar parapsicología en su universidad: http://www.koestler-parapsychology.psy.ed.ac.uk/

Otro cementerio de visita obligada en Edimburgo es Greyfriars (arriba a la derecha).

Más allá de misterios y leyendas de muertos en estado de
catalepsia, los cementerios rodean muchas iglesias (como sucede en Tain, abajo),
y son lugares muy agradables para pasear.

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… existen aún seres que supuestamente pertenecen
a la edad jurásica, monstruos capaces de atrapar y
devorar a los más grandes y feroces de nuestros mamíferos

(El mundo perdido, A. Conan Doyle)

¿Existe el monstruo del lago Ness?
Rotundamente: sí. En primicia mundial y en exclusiva podemos responder afirmativamente a esta cuestión tan discutida, y declarar que el famoso monstruo sale por fin del (oscuro) dominio de la leyenda para entrar en el luminoso mundo de la ciencia.

 
Las pruebas que hemos podido recoger no dejan lugar a dudas y confirman la hipótesis que, si bien tímidamente, ya habían arriesgado los prestigiosos investigadores del M.I.T, de la T.I.A. y de otros centros de investigación. Para llegar a esta conclusión hemos tenido que superar dificultades, sumergirnos en las frías aguas del lago y pasar por encima de muchas barreras (ver fotos).
 

El lago Ness se puede rodear en gran parte por carretera. Por el oeste (el lado por donde va todo el mundo) se puede acceder al famoso castillo de Urquhart, tercer monumento más visitado de Escocia. Por el este (un solo carril para ambos sentidos en muchos tramos) la carretera se aleja del lago desde Fort Augustus hasta el pequeño pueblo de Foyers.

El paseo sin embargo merece la pena por el paisaje (la foto de arriba es del cercano Loch Tarff), las aves y una cascada que hay por allí (con el agua del color del té debido a la turba).

Se pueden realizar románticos paseos en barco por el lago (ver las dos fotos de arriba a la izquierda).


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Too much of anything is bad, but too much
good whiskey is barely enough
(Mark Twain)

Consejos y recomendaciones finales

Visiten una destilería y conozcan los detalles de la producción del whisky.

Aunque sea una bebida de sabor más bien desagradable, forma parte de la cultura escocesa y por lo general lleva más de diez años en un barril esperando a que ustedes lo prueben.

Si quieren parecer mundanos sepan que se sirve por “dedos”.

Por muy elegante que les pueda parecer, no cedan a la tentación de comprar un kilt o una bufanda de cuadros (y, si finalmente lo hacen, no traten de jugar con el kilt al baloncesto https://www.youtube.com/watch?v=rBJ3Eg18BwE ). No se les ocurra tampoco comprar una gaita, aunque estén enamorados de su calidad sonora o de su timbre.
Como bien se comprende, sus posibilidades melódicas dependen en gran medida de cuántos dedos de whisky se hayan ingerido previamente. Cuando se les pase su efecto, lamentarán semejante adquisición porque hay maneras menos molestas de expresar sus emociones musicales.

Para terminar, agradezco
los comentarios y sugerencias
de Antonio Cuevas y
Dolores González,
autora de una de
las fotos del lago
Ness, que tiene una
opinión sobre el whisky
y las bufandas un poco distinta
a la expuesta aquí.

 

 

Sergio Moreno es también autor de un par de fotos que, como el resto, han sido tomadas en Agosto de 2014.

No hagan demasiado caso de las guías: Aberdeen y Glasgow son dos ciudades que merece la pena visitar (Steerling, en cambio, no nos pareció tan interesante) y no lo hubiéramos hecho de haber seguido sus indicaciones. Tómense su tiempo para hacerlo y no dejen que les metan prisa para ver esto o aquello. En los viajes, como en tantas otras cosas de la vida, muchas veces menos es más.

 

Texto y fotos:  
José Pedro Moreno Díaz

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