CUADERNOS DE VIAJE
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GEORGIA

LA OTRA IBERIA

Fortaleza de Ananuri

Texto y fotos:  
Agustín Merchante  
Blanca Otero  

Entramos en este país del Cáucaso por la frontera terrestre que le une a Armenia. Pasados los trámites aduaneros, muy sencillos para los viajeros de la UE ya que no necesitamos visado, nos encontramos con Tinatín (Tina) y Zaza, nuestros guía y conductor por Georgia. Tina habla perfectamente castellano (estudió en España) y con Zaza nos entendemos con nuestro chapurreo en inglés que él habla estupendamente. En poco más de una hora llegamos a Tbilisi (Tiflis). Esta ciudad fue fundada en el siglo V por Vakhtang Gorgasali el rey georgiano de Kartli y estuvo dentro de la Ruta de la Seda.

Es muy monumental y en ella se mezclan diferentes épocas arquitectónicas: iglesias edificadas en los siglos XI y XII como las de Meteji y Sioni o la catedral de la Santísima Trinidad del siglo XX, baños árabes, mezquitas, sinagogas, edificios elegantes con balcones de madera, restos de muralla, castillo etc.. La avenida Rustaveli, que se puede considerar la principal arteria de la ciudad, está flanqueada por grandes edificios de la época zarista. Junto al río Mtkvari hay una especie de Rastro en cuyos tenderetes se pueden ver juntos desde un par de zapatos viejos, a unos cubiertos de plata, unos prismáticos o una máscara antigás.


Tiflis

En el restaurante la primera impresión agradable fue que comimos los cuatro juntos, evitando el distanciamiento entre clientes y guía; y la otra la gastronomía en sí. Una comida normal está compuesta de muchos platitos: ensaladilla “rusa”, ensalada de tomate y pepino, judías con nueces, berenjenas asadas con nueces, sopa de setas, brocheta de cordero, un rollo de chapati de un palmo de largo relleno de carne picada y especiada y jachapuri (especie de torta con queso). Para beber los georgianos suelen tomar refrescos locales de menta, nata, hierbas…. Afortunadamente también tienen buen vino y cerveza. El café lo sirven estilo turco y frecuentemente se toma té (chai). En algunos locales tradicionales hay conjuntos polifónicos de bellas y conjuntadas voces que son muy apreciados por los georgianos.


Monasterio Jvari (Mtskheta)

En nuestro camino hacia el alto Cáucaso paramos en Mtskheta, antigua capital del reino de Iberia, donde visitamos la Catedral Svetitskhoveli del siglo XI, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, grandiosa y profusamente decorada con frescos. Tiene una reproducción de la tumba de Jesús en Jerusalén y dicen que en ella se guarda la Sábana Santa. En esta ciudad también se encuentra el Monasterio de Samtavro, habitado por monjas, que consta de dos edificaciones: la más primitiva data del siglo IV, cuando el cristianismo comenzaba a desarrollarse en el país, y la otra del siglo XI que contiene tumbas reales.

En un alto cerro que domina Mtskheta está el Monasterio Jvari del siglo VI que conserva algunos restos de muralla, aunque con la piedra muy desgastada por la erosión. Abajo se extiende el valle donde confluyen los ríos Aregui y Mtkvari y se extiende la ciudad.

La ruta continúa paralela al río Aregui y al llegar al embalse de Zhinvali nos encontramos con la fortaleza de Ananuri del siglo XVII. En el interior de las murallas destacan la alta torre de vigilancia y la iglesia de la Virgen con frescos en su interior y relieves de flores y animales en el exterior. Estaban celebrando un oficio religioso y no quisimos quedarnos mucho tiempo.

En Georgia se practica el rito ortodoxo en el que se pueden ordenar hombres casados, aunque los Obispos deben ser célibes. En la mayor parte de la misa el oficiante está detrás de unas puertas y los fieles deben permanecer en pie todo el oficio que dura unas tres horas. Las mujeres deben llevar la cabeza tapada y es frecuente verlas fuera de las horas de misa rezando delante de los iconos y enciendo velas votivas.


Oficio ortodoxo


Alto Caucaso

Hacia el norte enseguida aparecen las montañas nevadas del Alto Cáucaso sobre frondosos bosques caducifolios. Cruzamos el Jvari Pass (Puerto de la Cruz) de 2.370 metros de altitud por una carreterilla que en invierno da acceso a pistas de esquí, ahora flanqueada por restos de nieve. A la bajada del puerto pasamos por una fuente ferruginosa que ha creado en la falda de la montaña una colada de color rojo. Cruzando valles alpinos llegamos a la población de Kazbegui próxima a la frontera rusa. La ciudad tiene el mismo nombre que la montaña más alta de esta parte del Cáucaso, el Monte Kazbegui de 5.033 metros de altitud.

El monumento más interesante es la iglesia de la Santísima Trinidad de Gergeti. Para visitarla hay dos opciones: superar andando unos 500 metros de desnivel o alquilar un Lada Niva.

La iglesia se encuentra a 2.100 metros de altitud, en lo más alto de un cerro rodeado de altas montañas nevadas y con el gigante Kazbegui detrás. Es del siglo XIV y sus paredes están profusamente decoradas con frescos. En el interior hay una especie de neblina flotando en el ambiente debido a la gran cantidad de cirios que encienden los fieles. Las mujeres para entrar deben cubrirse la cabeza con un pañuelo y si van con pantalones atarse a la cintura una tela a modo de falda que prestan en la entrada.


Santísima Trinidad de Gergeti

El almuerzo lo hacemos en una casa particular. La anfitriona prepara “khinkali”, especie de empanadillas rellenas de carne que luego se hierven e incluso nos invita a participar en su elaboración. La comida se completa con “bosch” (sopa rusa), queso, pasteles de patata, pollo guisado y otros platillos caseros.

Continuamos el viaje dirigiéndonos hacia el oeste pasando por la zona limítrofe con Osetia del Sur donde en 2008 se libraron los enfrentamientos con los rusos. Al borde de la carretera se ven los poblados prefabricados para alojar a los georgianos expulsados de sus casas por este conflicto.

Llegamos a Gori famosa por ser la ciudad natal de José Stalin. Una gran estatua suya preside la plaza más importante de la ciudad ya que sus habitantes siguen sintiendo por él una gran admiración. Aquí se visita su museo con gran profusión de fotografías de los momentos históricos en los que participó, pero sin ninguna referencia a los gulags de Siberia. En el exterior se encuentran la casa donde nació y el vagón de tren en el que se desplazaba y que con anterioridad perteneció al zar.

En las cercanías de Gori se encuentra la ciudad troglodita de Uplistsije fundada posiblemente alrededor del siglo VI a.c. y ubicada en una de las rutas de la seda. Se trata de un cerro rocoso donde se han excavado distintas viviendas-cuevas, graneros, conductos para el agua, etc.

Continuando hacia el oeste pasamos por una fértil llanura donde se suceden los cultivos de cereales y de vides. Ganando altura pasamos la cordillera de Surami (Likhi Range) por un túnel de dos kilómetros y a la salida nos rodean los cerros boscosos con una vegetación subtropical debido a la influencia del mar Negro. Hacemos una parada en el camino para maravillarnos con los preciosos frescos de la pequeña iglesia de Ubisi del siglo IX.


Frescos de la iglesia de Ubisi

Llegamos a Kutaísi, capital de la Cólquida donde Jasón y sus argonautas cruzando el Mar Negro vinieron a buscar el Vellocino de Oro. Es una bonita ciudad de gente muy amable, con un mercado cubierto muy animado, pero sobre todo con dos monumentos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El Monasterio de Gelati fue edificado por el rey David el Constructor en el siglo XII, cuya tumba se encuentra en la puerta de acceso al recinto por deseo suyo “para que todo el que entre pise la tumba y me alegre el corazón”. Entre los edificios que se conservan destacan la iglesia de Santa María con un mosaico en el ábside representando a la Virgen en majestad flanqueada por dos arcángeles y la iglesia de San Jorge con bonitos frescos. Originalmente Gelati albergaba una academia y fue durante largo tiempo el centro cultural más importante del Cáucaso. El otro monumento es la Catedral de Bagrati del siglo XI en periodo de reconstrucción.

Monasterio de Gelati

Hacia el sur de Kutaísi los campos floridos alternan con los de cereales y más adelante se divisan las montañas nevadas de más de 3.000 metros de altitud de la cordillera denominada Cáucaso Menor.

Cruzando el Parque Nacional de Borjomi llegamos al Monasterio troglodita de Vardzia del siglo XII. Se trata de una montaña completamente horadada donde se distribuyen todas las dependencias del monasterio: iglesia con frescos, celdas, refectorio, caballerizas, escaleras de comunicación entre los distintos niveles, canalizaciones…. Antes de que fuera destruido parcialmente por un terremoto era prácticamente inexpugnable y la única forma de acceso era por entradas secretas en lo alto del acantilado.


Monasterio de Vardzia

Nuestro viaje continúa hacia el este del país para visitar el monasterio de David Gareji del siglo VI. El paisaje que nos rodea es eminentemente agrícola, los campesinos utilizan todavía tracción animal, tanto para trabajar los campos como para transporte y es muy frecuente ver en la carretera carros tirados por caballerías.


Monasterio rupestre de Udabno

David Gareji fue un monje sirio que en el siglo VI, con otros doce monjes, llegó hasta aquí para reforzar el cristianismo. El Monasterio, parcialmente excavado en la ladera de un monte, llegó a tener 10.000 monjes; en la actualidad sigue habiendo comunidad religiosa pero con muchos menos residentes. En el interior de la iglesia se encuentra la tumba del fundador. Cruzando un pequeño collado se llega al monasterio rupestre de Udabno, hoy abandonado, donde quedan restos de frescos en sus viviendas-cuevas. Hacia el sur, en la desértica llanura, se divisa la frontera con Azerbaiján.

Siguiendo la ruta llegamos al pueblo de Sighnaghi, muy bien restaurado, con bonitas casas con balcones y un pequeño museo con muestras de trajes típicos, restos arqueológicos y una pequeña exposición de dibujos de Picasso. Desde el pueblo se divisan las montañas del alto Cáucaso que se elevan sobre los campos del valle de Kakheti recorrido por el río Alazani.

En las inmediaciones está el monasterio femenino de Bodbe del siglo XVII, donde se encuentra la tumba de Santa Nino muy venerada en Georgia. Esta santa llegó al antiguo reino de Iberia, procedente de Capadocia, hacia el año 300 huyendo de la persecución a la que sometió a los cristianos el emperador Diocleciano. Se dedicó desde su llegada a la difusión del cristianismo. Se la representa con una cruz hecha con sarmientos.

En Gurjaani vamos a una casa particular a participar de una cena georgiana. Primero la dueña nos enseña a manufacturar “churchkhela”, un dulce típico a base de nueces que, atadas en una ristra, se sumergen en un caldero que contiene una mezcla de zumo de uva y harina; cuando las nueces están revestidas con la pasta se cuelgan para que se sequen y luego se consume como postre. Mientras, el dueño prepara unas brasas con sarmientos donde se asarán unas largas brochetas de carne. En la bodega probamos el vino que producen de forma artesanal pisando la uva, el mosto resultante resbala por un canal y cae en unas vasijas de barro enterradas en el suelo donde fermentará. También nos dan a probar el vodka chá-chá que es como nuestro aguardiente de orujo.


Grupo polifónico georgiano

Para cenar nos sentamos en una larga mesa muy bien surtida con toda clase de viandas, acompañados por los dueños, Tina, Zaza y cuatro cantores polifónicos vestidos con el traje tradicional: casacas rojas con receptáculos en el pecho para introducir balas. Uno de ellos se sienta en la cabecera de la mesa, posición que se denomina “tamada”, y es el encargado de realizar los brindis.

Se brinda por cualquier motivo y hay que apurar el vaso en cada ocasión, por lo que procuramos no tener los vasos muy llenos para no acabar debajo de la mesa.

Durante el ágape los cantores nos deleitan con sus voces conjuntadas cantando temas tradicionales.

Para finalizar, de regreso a la frontera con Armenia, visitamos en Telavi el castillo Batonistsikhe que fue la residencia de los reyes Kakhetianos. Fue remodelado por el rey Erekle II convirtiéndolo en un palacio de estilo persa. En las paredes de la enorme sala del trono se suceden los retratos de esta dinastía. Al lado del palacio, en un edificio moderno, hay un museo con pinturas del oeste de Europa y objetos históricos.

Nos despedimos de Tina y Zaza que han sido unos magníficos compañeros de viaje en este país de espléndidos paisajes, bonitas iglesias, buena comida y gentes agradables.

El viaje lo contratamos con la agencia georgiana Georgian Discovery Tours ( http://www.gdt.ge/ )
Barbara.gimelli@gdt.ge

Para saber más:

Página oficial de turismo de Georgia
http://www.visitgeorgia.ge/
Georgia en la Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Georgia
Georgia en Viajes y Viajeros
Arte cristiano medieval en el Cáucaso II


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