Entramos en
este país del Cáucaso por la frontera terrestre que
le une a Armenia. Pasados
los trámites aduaneros, muy sencillos para los viajeros de
la UE ya que no necesitamos visado, nos encontramos con Tinatín
(Tina) y Zaza, nuestros guía y conductor por Georgia. Tina
habla perfectamente castellano (estudió en España)
y con Zaza nos entendemos con nuestro chapurreo en inglés
que él habla estupendamente. En poco más de una hora
llegamos a Tbilisi (Tiflis). Esta ciudad fue fundada en el siglo
V por Vakhtang Gorgasali el rey georgiano de Kartli y estuvo dentro
de la Ruta de la Seda.
Es muy monumental y en ella se mezclan diferentes épocas
arquitectónicas: iglesias edificadas en los siglos
XI y XII como las de Meteji y Sioni o la catedral de la Santísima
Trinidad del siglo XX, baños árabes, mezquitas,
sinagogas, edificios elegantes con balcones de madera, restos
de muralla, castillo etc.. La avenida Rustaveli, que se puede
considerar la principal arteria de la ciudad, está
flanqueada por grandes edificios de la época zarista.
Junto al río Mtkvari hay una especie de Rastro en cuyos
tenderetes se pueden ver juntos desde un par de zapatos viejos,
a unos cubiertos de plata, unos prismáticos o una máscara
antigás.
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Tiflis
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En el restaurante
la primera impresión agradable fue que comimos los cuatro
juntos, evitando el distanciamiento entre clientes y guía;
y la otra la gastronomía en sí. Una comida normal
está compuesta de muchos platitos: ensaladilla “rusa”,
ensalada de tomate y pepino, judías con nueces, berenjenas
asadas con nueces, sopa de setas, brocheta de cordero, un rollo
de chapati de un palmo de largo relleno de carne picada y especiada
y jachapuri (especie de torta con queso). Para beber los georgianos
suelen tomar refrescos locales de menta, nata, hierbas…. Afortunadamente
también tienen buen vino y cerveza. El café lo sirven
estilo turco y frecuentemente se toma té (chai). En algunos
locales tradicionales hay conjuntos polifónicos de bellas
y conjuntadas voces que son muy apreciados por los georgianos.
Monasterio
Jvari (Mtskheta)
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En
nuestro camino hacia el alto Cáucaso paramos en Mtskheta,
antigua capital del reino de Iberia, donde visitamos la
Catedral Svetitskhoveli
del siglo XI, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, grandiosa
y profusamente decorada con frescos. Tiene una reproducción
de la tumba de Jesús en Jerusalén y dicen
que en ella se guarda la Sábana Santa. En esta ciudad
también se encuentra el Monasterio de Samtavro, habitado
por monjas, que consta de dos edificaciones: la más
primitiva data del siglo IV, cuando el cristianismo comenzaba
a desarrollarse en el país, y la otra del siglo XI
que contiene tumbas reales.
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En un alto
cerro que domina Mtskheta está el Monasterio Jvari del siglo
VI que conserva algunos restos de muralla, aunque con la piedra
muy desgastada por la erosión. Abajo se extiende el valle
donde confluyen los ríos Aregui y Mtkvari y se extiende la
ciudad.
La ruta continúa
paralela al río Aregui y al llegar al embalse de Zhinvali
nos encontramos con la fortaleza de Ananuri del siglo XVII. En el
interior de las murallas destacan la alta torre de vigilancia y
la iglesia de la Virgen con frescos en su interior y relieves de
flores y animales en el exterior. Estaban celebrando un oficio religioso
y no quisimos quedarnos mucho tiempo.
En Georgia
se practica el rito ortodoxo en el que se pueden ordenar hombres
casados, aunque los Obispos deben ser célibes. En la
mayor parte de la misa el oficiante está detrás
de unas puertas y los fieles deben permanecer en pie todo
el oficio que dura unas tres horas. Las mujeres deben llevar
la cabeza tapada y es frecuente verlas fuera de las horas
de misa rezando delante de los iconos y enciendo velas votivas.
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Oficio ortodoxo
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 Alto
Caucaso
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Hacia
el norte enseguida aparecen las montañas nevadas
del Alto Cáucaso sobre frondosos bosques caducifolios.
Cruzamos el Jvari Pass (Puerto de la Cruz) de 2.370 metros
de altitud por una carreterilla que en invierno da acceso
a pistas de esquí, ahora flanqueada por restos de
nieve. A la bajada del puerto pasamos por una fuente ferruginosa
que ha creado en la falda de la montaña una colada
de color rojo. Cruzando valles alpinos llegamos a la población
de Kazbegui próxima a la frontera rusa. La ciudad
tiene el mismo nombre que la montaña más alta
de esta parte del Cáucaso, el Monte Kazbegui de 5.033
metros de altitud.
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El monumento
más interesante es la iglesia de la Santísima Trinidad
de Gergeti. Para visitarla hay dos opciones: superar andando unos
500 metros de desnivel o alquilar un Lada Niva.
La iglesia se encuentra a 2.100 metros de altitud, en lo más
alto de un cerro rodeado de altas montañas nevadas
y con el gigante Kazbegui detrás. Es del siglo XIV
y sus paredes están profusamente decoradas con frescos.
En el interior hay una especie de neblina flotando en el ambiente
debido a la gran cantidad de cirios que encienden los fieles.
Las mujeres para entrar deben cubrirse la cabeza con un pañuelo
y si van con pantalones atarse a la cintura una tela a modo
de falda que prestan en la entrada. |
Santísima Trinidad de Gergeti
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El almuerzo
lo hacemos en una casa particular. La anfitriona prepara “khinkali”,
especie de empanadillas rellenas de carne que luego se hierven e
incluso nos invita a participar en su elaboración. La comida
se completa con “bosch” (sopa rusa), queso, pasteles
de patata, pollo guisado y otros platillos caseros.
Continuamos el viaje
dirigiéndonos hacia el oeste pasando por la zona limítrofe
con Osetia del Sur donde en 2008 se libraron los enfrentamientos
con los rusos. Al borde de la carretera se ven los poblados prefabricados
para alojar a los georgianos expulsados de sus casas por este conflicto.
Llegamos a Gori famosa
por ser la ciudad natal de José Stalin. Una gran estatua
suya preside la plaza más importante de la ciudad ya que
sus habitantes siguen sintiendo por él una gran admiración.
Aquí se visita su museo con gran profusión de fotografías
de los momentos históricos en los que participó, pero
sin ninguna referencia a los gulags de Siberia. En el exterior se
encuentran la casa donde nació y el vagón de tren
en el que se desplazaba y que con anterioridad perteneció
al zar.
En las cercanías
de Gori se encuentra la ciudad troglodita de Uplistsije fundada
posiblemente alrededor del siglo VI a.c. y ubicada en una de las
rutas de la seda. Se trata de un cerro rocoso donde se han excavado
distintas viviendas-cuevas, graneros, conductos para el agua, etc.
Continuando hacia el oeste pasamos por una fértil llanura
donde se suceden los cultivos de cereales y de vides. Ganando
altura pasamos la cordillera de Surami (Likhi Range) por un
túnel de dos kilómetros y a la salida nos rodean
los cerros boscosos con una vegetación subtropical
debido a la influencia del mar Negro. Hacemos una parada en
el camino para maravillarnos con los preciosos frescos de
la pequeña iglesia de Ubisi del siglo IX. |
Frescos de la iglesia de Ubisi
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Llegamos a
Kutaísi, capital de la Cólquida donde Jasón
y sus argonautas cruzando el Mar Negro vinieron a buscar el Vellocino
de Oro. Es una bonita ciudad de gente muy amable, con un mercado
cubierto muy animado, pero sobre todo con dos monumentos Patrimonio
de la Humanidad por la UNESCO.
El Monasterio
de Gelati fue edificado por el rey David el Constructor en el siglo
XII, cuya tumba se encuentra en la puerta de acceso al recinto por
deseo suyo “para que todo el que entre pise la tumba y me
alegre el corazón”. Entre los edificios que se conservan
destacan la iglesia de Santa María con un mosaico en el ábside
representando a la Virgen en majestad flanqueada por dos arcángeles
y la iglesia de San Jorge con bonitos frescos. Originalmente Gelati
albergaba una academia y fue durante largo tiempo el centro cultural
más importante del Cáucaso. El otro monumento es la
Catedral de Bagrati del siglo XI en periodo de reconstrucción.
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Monasterio
de Gelati |
Hacia el sur de Kutaísi
los campos floridos alternan con los de cereales y más
adelante se divisan las montañas nevadas de más
de 3.000 metros de altitud de la cordillera denominada Cáucaso
Menor.
Cruzando el Parque Nacional de Borjomi llegamos al Monasterio
troglodita de Vardzia del siglo XII. Se trata de una montaña
completamente horadada donde se distribuyen todas las dependencias
del monasterio: iglesia con frescos, celdas, refectorio,
caballerizas, escaleras de comunicación entre los
distintos niveles, canalizaciones…. Antes de que fuera
destruido parcialmente por un terremoto era prácticamente
inexpugnable y la única forma de acceso era por entradas
secretas en lo alto del acantilado. |
Monasterio de Vardzia
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Nuestro viaje continúa
hacia el este del país para visitar el monasterio de David
Gareji del siglo VI. El paisaje que nos rodea es eminentemente
agrícola, los campesinos utilizan todavía tracción
animal, tanto para trabajar los campos como para transporte y
es muy frecuente ver en la carretera carros tirados por caballerías.
Monasterio
rupestre de Udabno
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David
Gareji fue un monje sirio que en el siglo VI, con otros
doce monjes, llegó hasta aquí para reforzar
el cristianismo. El Monasterio, parcialmente excavado en
la ladera de un monte, llegó a tener 10.000 monjes;
en la actualidad sigue habiendo comunidad religiosa pero
con muchos menos residentes. En el interior de la iglesia
se encuentra la tumba del fundador. Cruzando un pequeño
collado se llega al monasterio rupestre de Udabno, hoy abandonado,
donde quedan restos de frescos en sus viviendas-cuevas.
Hacia el sur, en la desértica llanura, se divisa
la frontera con Azerbaiján.
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Siguiendo la ruta llegamos
al pueblo de Sighnaghi, muy bien restaurado, con bonitas casas con
balcones y un pequeño museo con muestras de trajes típicos,
restos arqueológicos y una pequeña exposición
de dibujos de Picasso. Desde el pueblo se divisan las montañas
del alto Cáucaso que se elevan sobre los campos del valle
de Kakheti recorrido por el río Alazani.
En las inmediaciones
está el monasterio femenino de Bodbe del siglo XVII, donde
se encuentra la tumba de Santa Nino muy venerada en Georgia. Esta
santa llegó al antiguo reino de Iberia, procedente de Capadocia,
hacia el año 300 huyendo de la persecución a la que
sometió a los cristianos el emperador Diocleciano. Se dedicó
desde su llegada a la difusión del cristianismo. Se la representa
con una cruz hecha con sarmientos.
En Gurjaani vamos a
una casa particular a participar de una cena georgiana. Primero
la dueña nos enseña a manufacturar “churchkhela”,
un dulce típico a base de nueces que, atadas en una ristra,
se sumergen en un caldero que contiene una mezcla de zumo de uva
y harina; cuando las nueces están revestidas con la pasta
se cuelgan para que se sequen y luego se consume como postre. Mientras,
el dueño prepara unas brasas con sarmientos donde se asarán
unas largas brochetas de carne. En la bodega probamos el vino que
producen de forma artesanal pisando la uva, el mosto resultante
resbala por un canal y cae en unas vasijas de barro enterradas en
el suelo donde fermentará. También nos dan a probar
el vodka chá-chá que es como nuestro aguardiente de
orujo.
Grupo
polifónico georgiano
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Para
cenar nos sentamos en una larga mesa muy bien surtida con
toda clase de viandas, acompañados por los dueños,
Tina, Zaza y cuatro cantores polifónicos vestidos
con el traje tradicional: casacas rojas con receptáculos
en el pecho para introducir balas. Uno de ellos se sienta
en la cabecera de la mesa, posición que se denomina
“tamada”, y es el encargado de realizar los
brindis.
Se
brinda por cualquier motivo y hay que apurar el vaso en
cada ocasión, por lo que procuramos no tener los
vasos muy llenos para no acabar debajo de la mesa.
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Durante el
ágape los cantores nos deleitan con sus voces conjuntadas
cantando temas tradicionales.
Para finalizar,
de regreso a la frontera con Armenia, visitamos en Telavi el castillo
Batonistsikhe que fue la residencia de los reyes Kakhetianos. Fue
remodelado por el rey Erekle II convirtiéndolo en un palacio
de estilo persa. En las paredes de la enorme sala del trono se suceden
los retratos de esta dinastía. Al lado del palacio, en un
edificio moderno, hay un museo con pinturas del oeste de Europa
y objetos históricos.
Nos despedimos de Tina
y Zaza que han sido unos magníficos compañeros de
viaje en este país de espléndidos paisajes, bonitas
iglesias, buena comida y gentes agradables.
El viaje lo
contratamos con la agencia georgiana Georgian Discovery Tours (
http://www.gdt.ge/
)
Barbara.gimelli@gdt.ge
Para
saber más:
Página
oficial de turismo de Georgia
http://www.visitgeorgia.ge/
Georgia en la Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Georgia
Georgia en Viajes y Viajeros
Arte
cristiano medieval en el Cáucaso II
Versión
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